Breve historia del sujetador, por Francesc Puertas. (1ª parte)

En una serie de dos posts, nuestro colaborador y experto corsetero Francesc Puertas, nos traza un paseo por la historia del sujetador y la importancia que ésta prenda ha jugado en cada época de la historia:

La forma de vestir de cada época ha decidido la forma que debe tener la ropa íntima. La propia evolución de las estéticas de cada momento han impuesto de forma decidida qué se había de usar y qué no, tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, está claro que la morfología femenina ha requerido artilugios y piezas de ropa interior que ayudaran a modelar la figura.




La Historia nos enseña que el sujetador ha acompañado a las mujeres siempre asociado al concepto estético de cada momento. El pudor, la comodidad, la seducción, la protección, el estilo de vida o la distinción, han marcado la función a cumplir del sujetador. Las primeras referencias históricas del uso de una pieza que sujeta el pecho fueron las mujeres de Creta, unos 1.700 años A.C., con el fin de “sujetarlo”. Entre las Romanas llevar strophium (proteger el pecho con una larga pieza de tejido) significaba no sólo sostener los pechos sino ser civilizadas. Las mujeres bárbaras no llevaban nada y los pechos iban libres.

Hay referencias de prendas muy parecidas al actual sostén, descubiertas en la restauración de un castillo del Tirol austriaco del siglo XV, donde se descubrieron unas piezas de ropa interior que eran usadas, o bien por las damas pudientes de la alta sociedad, o bien por "mujeres de vida fácil". Su sentido más erótico que otra cosa daba a esta pieza un perfil poco decoroso, por lo que fue mal visto su uso y por lo tanto repudiado socialmente.

Sobre 1550, Catalina de Médicis, esposa del Rey Enrique II de Francia, introdujo las tallas ajustadas y los pechos oprimidos con sus corsés, unos artefactos diseñados para estrechar la cintura de las mujeres desde 12 hasta 32 centímetros, realzando el busto. Eran muy incómodos y dolorosos, pero puso en vigor una prohibición a las cinturas anchas para asistir a la Corte Real de Francia en la época. Así, se iniciaron 350 años de tortura para las mujeres, que vivían con el diafragma oprimido constantemente por las rígidas varillas de los corsés.



Los salvainfantes o los miriñaques aprovecharon la estructura rígida de los corsés y unos tirantes para sostenerse. La moda de los miriñaques, provocó que además de los artilugios metálicos con los que se construían los corsés, también hubiera carcasas de metal para "abombar" las faldas. En 1832, la familia Peugeot, constituyó su empresa, que pasó de la fabricación de hojas de sierra a producir ballenas para corsés y después miriñaques. En 1897 fundaron la "Société des Automobiles Peugeot".

Tanto si era verano como si era invierno, el corsé provocaba problemas para respirar y, con frecuencia provocaba desmayos, pero las mujeres de la alta sociedad europea lucían una figura entallada y hacían evidente que no estaban embarazadas y si lo estaban, lo disimulaban. Por este motivo no era extraño padecer sofocos, problemas menstruales y abortos. No olvidemos que mientras tanto, el resto de mujeres se ataban el pecho con largas piezas de algodón cruzadas, con el fin de protegerse el pecho. Esta forma popular de proteger las mamas estuvo latente hasta nuestros días.

¿Quién inventó el sostén?

Existen varias versiones sobre quién inventó el sostén: desde los descubrimientos del siglo XV hasta la modista Herminie Cadolle, hay un gran vacío de información. Se le atribuye esta creación tanto a esta creadora francesa que en 1889 diseñó una prenda que separaba en dos el corsé y la pieza que sostenía el pecho y para que la pieza ganara movilidad, le incorporó piezas de caucho que aportaban a la espalda mucha movilidad. Herminie Cadolle lo denominó "le bien-être".



En 1893, Marie Tucek patenta una pieza apoyo de pecho; eran dos bolsas separadas para cada pecho con tirantes que pasaban a los hombros y se unían con corchetes metálicos. Otros, en cambio, dicen que lo inventó Charles Debevoise en el año 1902 o Philippe de Brassiere, que a la postre es de donde recibe el nombre. Charles Moorehouse, por su parte, creó una pieza que se hinchaba y engrandecía los pechos. Consistía en unas copas de hule rellenas de aire que sostenían cada pecho, y un diseño de tirantes muy cercano a la ropa interior actual.

En 1907, el sujetador aparece mencionado por primera vez en la revista "Vogue". En 1912, el diseñador Otto Titzling dijo que había diseñado un sujetador para la cantante Swanhilda Olafsen, en la que se inspiró para el diseño. Otto no patentó su diseño, por lo que perdió la oportunidad de figurar como el creador del sujetador moderno.

Pero el primer sostén moderno que se patentó fue invento de Mary Phelps Jacob el año 1914, en la ciudad de Nueva York. Mary, era hija de Robert Fulton (inventor de la máquina de vapor), y acababa de comprar un vestido de cocktail para lucir en una fiesta. Se dio cuenta de que el corsé se le veía y le dejaba sin respirar. Con dos pañuelos de seda y una cinta, anticipó el sujetador moderno. El 3 de noviembre de 1914 lo patentó.


Paul Poiret inició la batalla contra el corsé que encontraba ridículas a las mujeres de busto curvo y trasero prominente (con la ayuda del “polisón). En 1906 diseñó un traje sencillo, entallado directamente bajo el pecho y que caía recto hasta los pies. La nueva mujer del estilo del diseñador era modesta, joven y de movimientos descaradamente libres. Bajo sus vestidos se escondía la figura y no un corsé.

Cuando Estados Unidos entró en la Primera Guerra Mundial, ante la escasez de metal, se pidió a las norteamericanas que donaran sus corsés metálicos para uso militar. En total se recogieron 28.000 toneladas con lo que se construyeron dos buques de guerra.

(Seguirá)


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