Lugar de veraneo de aristócratas y burgueses
de alta alcurnia, spot surfista de
fama mundial, reconocida globalmente por su gastronomía, tradicional y
vanguardista pero, sobretodo, respetuosa con la materia prima y con una arquitectura
afrancesada que invita a pasear, cuando el tiempo acompaña, San Sebastián acogió el pasado año la capitalidad cultural europea, título que compartió junto a la ciudad
polaca de Breslavia.
Ubicada en pleno Golfo de Vizcaya, donde
recibe las embestidas de un bravío Mar Cantábrico que reposa sobre las playas
urbanas de Ondarreta, La Concha y Zurriola, al abrigo del monte Urgull y
atravesada por el rio Urumea, Donostia, su denominación en euskera, saca pecho cada
año con su afamado Festival Internacional de Cine, por cuya alfombra roja
pasean cada año los más aclamados actores y directores del panorama
internacional, así como con su certamen musical Heineken Jazzaldia, que este
año cumple su 51 edición y que cuenta con un gran prestigio a nivel mundial.
Entre medias, una ciudad abierta al mundo,
acogedora, elegante, ilustrada, habitada por gente afable y tranquila, que
gusta de lo tradicional, lo artesano, lo auténtico, sin por ello perder de vista
a las vanguardias y la modernidad en todos sus sentidos. Y cuando decimos
elegante lo hacemos con todas las letras, las que le confieren el título de ser
una de las ciudades cuya sociedad es de las mejor vestidas de todo el país. Y
es que ésta es una de las cosas que más llama la atención de San Sebastián
cuando caminas por sus paseos y avenidas, siempre limpias y cuidadas, plenas de
gente que va y viene con el común denominador de la elegancia y el buen porte
en el vestir.
En nuestro recorrido de tiendas, si bien La
Bella Easo, como también se denomina a la ciudad debido a su ascendencia
romana, dispone de una oferta comercial completa y salpicada por todo tipo de
negocios de moda, desde los más tradicionales a grandes cadenas de moda
internacional, hoy nos hemos centrado en la moda íntima y el baño, nuestra
esencia y nuestra pasión. Así, en nuestro recorrido, os detallamos seis
establecimientos multimarca, todos ellos con similitudes pero también con sus
diferencias, las que les hacen ser únicos y competitivos en lo que hacen:
vender moda y hacerlo con suma atención y profesionalidad.
Así, si bien no es propiamente una tienda de
lencería al uso, encontramos Pukas, un comercio emblemático en la ciudad,
vanguardista y creado allá por los años 70, justo cuando los primeros surfistas
comenzaban a cabalgar las olas a bordo de sus tablas en nuestro país y la
ciudad empezaba a explotar su atractivo turístico. A día de hoy, Pukas es un
negocio centrado en el universo surfista y en la moda baño, que incluye un
taller propio de reparación de tablas de surf y que dispone incluso de una
escuela en la propia ciudad y otras dos en la vecina Zarautz y en Barcelona.
En sus estantes y aparadores, multitud de
prendas de moda de diferentes firmas de prestigio internacional que se combinan
con trajes de baño de su propia marca y de otras como Roxy, Billabong, Rip
Curl, Quicksilver, Volcom o Mi&Co. entre otras, así como destacan la
originalidad y calidad de los calcetines de Stance, uno de los best sellers de la tienda en la
actualidad.
Por su ubicación, en pleno casco antiguo,
características y concepto, dependen de la estacionalidad de la demanda, como
ellos mismos nos aseguran, si bien la capitalidad europea de la ciudad le ha
sentado bien al negocio, a la vez que creen que la clave para competir con los big players de la moda pasa por
mantenerse fieles a su personalidad, su historia y su estilo jovial y
desenfadado que les ha convertido en un negocio emblemático y de referencia.
Nuestro segundo destino es Amaia Txabarria,
otro establecimiento ubicado en pleno corazón comercial de la ciudad con aires
modernos, cuidado mobiliario y trato amable y profesional en el que atienden a
una clientela de nivel medio-alto y que viaja fuera de temporada, un factor que
les ha hecho especializarse en moda baño de lujo durante todo el año, sobre
todo con firmas como Aubade, Lise Charmel, Maison Lejaby o su propia marca. Y
es que, en la especialización, han encontrado su principal valor. Además, entre
sus estantes podemos encontrar lencería de Lise Charmel, Antigel, Eprise,
Aubade y las icónicas prendas de Simone Pérèle, todo un reclamo para sus fieles
clientas. En los básicos, trabajan con Janira, Freya y Ghiro, en medias y
calcetería con HYD y Trasparenze y de momento no tienen moda masculina. Todo
llegará, mientras trabajan activamente preparando desfiles para sus clientas,
promociones y finalizan su página web en la que mostrar toda su trayectoria y
potencial.
Y para trayectoria, nuestro siguiente destino;
Casa Susperregui, todo un icono de estilo clásico y muy femenino fundado allá
por los años 30 y que ahora dirige la tercera generación familiar. Rodeada de
las grandes cadenas de moda íntima internacional y baño, nos aseguran que no
compiten porque su clientela es otra: una mujer de entre 30 y 80 años con poder
adquisitivo medio-alto que busca calidad, durabilidad y prestancia. Aquí, lo encuentran, seguro. Entre las firmas que trabajan destaca la
corsetería de Chantelle, Primadonna, Anita y Simone Pérèle, los bañadores y
bikinis de Maryan Mehlhorn, Lidea o Basmar, las medias de Philipe Matignon,
Filodoro, Dim o Janira y los pijamas de
Lisanza, Canat o GLG. Especializados en capacidad y copas superiores, hasta la
G y la H, en su establecimiento no cuentan ni con redes sociales ni tienda
online. Y parece que falta no les hace, ya cuidan a sus parroquianos con
atención personalizada y una inmejorable ubicación, cerca de todo.
No lejos de allí se ubica Munch, un negocio
mínimo por dimensiones pero enorme por su apuesta de moda con firmas de diseño
y alta calidad. Argiñe, cara y ojos de este establecimiento, que tiene otra
tienda en la ciudad, abrió este establecimiento en 1991 con la idea de ofrecer
productos novedosos, cómodos y distinguidos a un público exigente en cuanto a
calidad y diseño. Por firmas, en corsetería, siempre sofisticada y reducida, trabajan
con marcas como Eres, La Perla o Cosabella. También disponen de básicos de Verdissima, Olaf Benz y L´Homme Invisible
en íntimo masculino, Gottex, Monoplaza, Iodus y Eres en moda baño, medias de
Woldford y los pijamas de Anette, Cosquillas y Paladini. Como reto pendiente,
nos aseguran, subirse al carro de las tecnologías. A tiempo están, el resto ya
lo hacen de maravilla en su “pequeño” universo íntimo.
Este universo íntimo, tradicional y diferente
es el que defiende El Ratón de Getaria, nuestra siguiente parada del día.
Fundada en 1948, entrar en este coqueto establecimiento con mucha historia es
como entrar en un pequeño bazar en el que perderse entre su amplia oferta de
productos, siempre con la calidad de sus tejidos y la excelencia en la
confección como valor diferencial ante tanta “prontomoda” de las grandes
cadenas internacionales. En su portfolio de productos encontramos la lencería
de Lise Charmel, Calvin Klein y Antinea, entre otras, los básicos de Achile,
Nordika´s y Burlington, la moda masculina de Arthur, Mirto, Calvin Klein y ZD o
la moda beachwear también de Arthur y de Lise Charmel además de Tommy Hilfiger.
En otras categorías de producto destacan las medias de HYD y Oroblu o los
calcetines de Burlington y los pijamas clásicos, de siempre, de Mirto, Lohe o
DKNY entre otras. Viva el comercio tradicional!
Situada en uno de los barrios que mayor
crecimiento ha tenido en los últimos dos decenios, el barrio de Gross, zona de
ambiente y ocio con el Kuursal como foco de atracción, encontramos la última de
nuestras paradas por la moda íntima de la capital guipuzcoana; La Dalia. De
corte tradicional y fundada en 1929, este establecimiento coqueto y acogedor
que no dispone de redes sociales, se decanta por una moda íntima pensada para
mujeres con necesidades especiales en cuanto a tallas y un impecable trato y
asesoramiento. Entre las firmas que pueblan sus aparadores y estantes, lencería
de Primadonna, Chantelle o Canat, básicos de Janira, Avet o Variance, moda
masculina de ZD, Punto Blanco y Giulio, así como bañadores de Basmar, Xanadu y
Lidea. Por su parte, en homewear
disponen de pijamas de Vania, Egatex y Barandí y en medias trabajan bien las
marcas Philipe Matignon, HYD y Platino. Preocupados por el futuro próximo ante
el auge de las grandes marcas que todo lo inundan, su valor añadido reside en
la especialización en tallaje además de por ofrecer un servicio personalizado,
amable y atento, variables todas ellas que, en estas líneas, hemos comprobado
son la piedra angular de unos negocios que aúnan tradición, experiencia y saber
hacer en el arte de la venta de lencería.
Como decíamos, no están todas las que son pero si son todas las que están. Gracias a todos los establecimientos por recibirnos con tanta amabilidad, agur.
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