Hola, ¿tenéis ya planes
para este fin de semana? Yo sí, y además estoy como loca con que llegue ya esta
tarde y ponerme en marcha. Soy Laura Ugalde, directora de la revista y cuando,
tomando el café de la mañana en la oficina, he comentado que este fin de semana
me voy a mi tierra a la boda de una de mis mejores amigas, me han obligado a
contarlo todo en el blog.
Dicho y hecho. Pues eso,
este sábado se casa una muy buena amiga de la infancia en San Sebastián, una
ciudad que ya sea por el mar, sus playas urbanas, por su elegancia natural, por
su gastronomía, por el verde de los montes que la rodean, por sus paseos y
avenidas, sus gentes o simplemente por eso, porque soy vasca y la tierra tira,
me tiene hechizada. De siempre.
Si bien la capital
donostiarra tiene una amplia oferta hotelera y de apartamentos turísticos, a mi
siempre me ha gustado alojarme en el mítico Hotel Londres que,
con más de un siglo de historia, domina la Playa de la Concha desde sus
estupendas habitaciones con terraza al mar y que sin duda te transportan a la
Belle Époque, la edad dorada de esta acogedora ciudad con una de las mayores
calidades de vida en España, desde mi perspectiva. Muy recomendable además su
restaurante Mari Galant o tomarte un aperitivo o una copa nocturna en la terraza
del Bar Swing, en el propio hotel con vistas al boulevard.
En cuanto a la maleta,
además de mi outfit de boda, que siempre suele incluir taconazo y clutch,
como si de una promesa se tratase, voy a meter sendos trajes de baño puesto que
nada mejor que los ratos libres para pasear por la Playa de Zurriola, darme un
baño en la Playa de Ondarreta o derretirme al sol (sí, seguimos con la ola de
calor africano) en la Concha con vistas al Monte Igueldo. Mis elegidos este fin
de semana son un bikini en color coral de la línea “Travel Memories” de CrisZarel con drapeados laterales y un gustoso tejido ligero y confortable y un
espectacular trikini de cuadros de la colección “Le Voyage” de GuillerminaBaeza como homenaje a Briggite Bardot, una de las figuras femeninas que más me
gustan e inspiran. Como complementos una pamela de ala ancha de rafia natural,
unas gafas de sol de carey y mi sempiterna camisa vaquera que lo mismo me sirve
para ir a la playa, al campo o a un cocktail informal con una falda de tul
contrastando. Así soy yo.
A medida que escribo más
ganas me están entrando de cerrar el ordenador y disfrutar del fin de semana.
Entre los planes, además de la boda, como ya os he dicho, espero poder sacar
tiempo y visitar uno de mis museos favoritos: el Museo Cristóbal Balenciaga,
ubicado en un edificio moderno anexo al Palacio de Aldamar sobre los montes de
Getaria y cuya colección aglutina más de 1600 piezas, de todas las épocas, del
genial modisto. Obligada además es la visita al Peine del Viento, el conjunto
escultórico de Eduardo Chillida que se asienta
desde el año 1976 sobre la obra arquitectónica del arquitecto Luis Peña
Ganchegui dominando el Cantábrico, ver el Kursaal de noche, con su espectacular
iluminación y potear, como allá se denomina al noble arte del tapeo, por la Parte
Vieja y degustar un sinfín de pintxos en sus auténticos bares y tascas.
Aissss, que ganas….
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